lunes, septiembre 19, 2005

Taoxiomas


1. Tao
El Tao que puede conocerse no es el Tao.
La sustancia del Mundo es solo un nombre para el Tao.
Tao es todo lo que existe y puede existir;
El Mundo es solo un mapa de lo que existe y puede existir.

Las experiencias externas sirven para sentir el Mundo,
Y las experiencias internas, para comprenderlo.
Los dos tipos de experiencia son lo mismo dentro del Tao;
Son diferentes solo entre los hombres.
Ninguna experiencia puede contener al Tao
El cual es infinitamente más grande y más sútil que el Mundo.


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2. Cualidades
Cuando se reconoce la Belleza en el Mundo
Se aprende lo que es la Fealdad;
Cuando se reconoce la Bondad en el Mundo
Se aprende lo que es la Maldad.

De este modo:
Vida y muerte son abstracciones del crecimiento;
Dificultad y facilidad son abstracciones del progreso;
Cerca y lejos son abstracciones de la posición;
Fuerza y debilidad son abstracciones del control;
Música y habla son abstracciones de la armonía;
Antes y después son abstracciones de la secuencia.

El sabio controla sin autoridad,
Y enseña sin palabras;
Él deja que todas las cosas asciendan y caigan,
Nutre, pero no interfiere,
Dá sin pedirle,
Y está satisfecho.


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3. Control
No alabando al honrado se evita el engaño,
No estimando lo raro se evita el robo,
No ostentando la belleza se evita la lujuria.

Así pues, el sabio controla a la gente:
Vaciando sus corazones,
Llenando sus vientres,
Debilitando sus ambiciones,
Y fortaleciendo sus cuerpos.

Si la gente carece de conocimiento y deseo
El más hábil entre ellos es incapaz de actuar;
Si se evitan las acciones
Todos viven pacíficamente.



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4. Propiedades del Tao
Tao es una nave sin fondo;
Usado por sí mismo, no se llena con el Mundo;
No puede ser cortado, limitado, ocultado o inmovilizado;
Sus profundidades están escondidas, ubicuo y eterno;
Desconozco de donde proviene;
Llegó antes que la Naturaleza.


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5. Naturaleza
La Naturaleza no es amable;
Trata a todas las cosas imparcialmente.
El sabio no es amable;
Trata a toda la gente imparcialmente.

La Naturaleza es semejante a un fuelle;
Vacía, pero satisface todas las necesidades,
Cuanto más se mueve, más produce;
El sabio actúa de acuerdo al Tao de la misma forma
Y no puede ser agotado.


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6. El corazón
Igual que el lecho de un río, el corazón nunca se llena.
Es un indescriptible
Cuya entrada es la fuente del Mundo;
Tao está siempre presente en él:
Mantenido sobre él, nunca fallará.


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7. Uno mismo
La Naturaleza es eterna debido a que carece de conciencia de sí misma.

De este modo, el sabio:
Se sirve a si mismo en último lugar, y se encuentra atendido;
Observa a su cuerpo como accidental, y encuentra que resiste.
Debido a que no atiende a su Ego, éste se encuentra satisfecho.


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8. Intimidad
El mejor de los hombres es semejante al agua,
La cual beneficia a todas las cosas, sin ser contenida por ninguna,
Fluye por lugares que otros desdeñan,
Donde se acerca más deprisa al Tao.

Así, el sabio:
Donde mora, se acerca más deprisa a la tierra,
En el gobierno, se acerca más deprisa al orden,
Hablando, se acerca más deprisa a la verdad,
Haciendo tratos, se acerca más deprisa a los hombres,
Actuando, se acerca más deprisa a la oportunidad,
En el trabajo, se acerca más deprisa a lo competente,
En sentimientos, se acerca más deprisa al corazón;
No lucha, y así permanece libre de culpa.


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9. Metas
Tensa un arco hasta su límite y pronto se romperá;
Afila una espada al máximo y pronto estará mellada;
Amasa el mayor tesoro y pronto lo robarán;
Exige créditos y honores y pronto caerás;
Retirarse una vez la meta ha sido alcanzada es el camino de la Naturaleza.


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10. Virtud
Abrazando al Tao, serás abrazado.
Con facilidad, suavemente, serás como renacido.
Aclara tu visión, serás iluminado.
Alimenta tu compasión, serás imparcial.
Abre tu corazón, serás aceptado.
Aceptando al Mundo abrazas el Tao.

Sosteniendo y alimentando,
Creando pero no poseyendo,
Dando sin pedir,
Controlando sin autoridad,
Eso es la virtud.


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11. La Riqueza y lo Valioso
Treinta radios se unen en el centro;
Gracias al agujero podemos usar la rueda.
El barro se modela en forma de vasija;
Gracias al hueco puede usarse la copa.
Se levantan muros en toda la tierra;
Gracias a la puertas se puede usar la casa.
Así pues, la riqueza proviene de lo que existe,
Pero lo valioso proviene de lo que no existe.


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12. Distracción
Demasiado color ciega el ojo,
Demasiado ruido ensordece el oido,
Demasiado condimento embota el paladar,
Demasiado jugar dispersa la mente,
Demasiado deseo entristece el corazón.

El sabio provee para satisfacer las necesidades, no los sentidos;
Abandona la sensación y se concentra en la sustancia.


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13. Ansiedad
Los santos decían: "Alabanzas y culpas causan ansiedad;
El objeto de la esperanza y el miedo está en tu interior".

"Alabanzas y culpas causan ansiedad"
Puesto que esperas o temes recibirlas o perderlas.

"El objeto de la esperanza y el miedo está en tu interior"
Pues, sin un Ego, no pueden afectarte la fortuna o el desastre.

Por tanto:
El que observa al Mundo como se observa a sí mismo es capaz de controlar el Mundo;
Pero el que ama al Mundo como se ama a sí mismo es capaz de dirigir el Mundo.


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14. La continuidad del Tao
Lo que se mira pero no puede ser visto está más allá de la forma;
Lo que se escucha pero no puede ser oido está más allá del sonido;
Lo que se agarra pero no puede ser tocado está más allá del alcance;
Son cosas tan profundas que evaden la definición,
Y pasan a ser un misterio.

En su ascenso no hay luz,
En su caida no hay oscuridad,
Un hilo continuo más allá de la descripción,
Perfilando lo que no puede existir,
Su forma es no-forma,
Su imagen es ninguna,
Su nombre es misterio,
Afrontandolo, no tiene rostro,
Siguiendolo, no tiene espalda.

Comprende el pasado, pero atiende el presente;
De este modo se conoce la continuidad del Tao,
El cual es su esencia.


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15. Los Santos
Los Santos alcanzaron una comprensión
tan profunda que ellos no podían ser comprendidos.

Debido a no poder comprenderles
Tan solo se puede describir su apariencia:
Cautos, como aquel que cruza sobre hielo fino,
Atentos, como aquel que presiente un peligro,
Modestos, como aquel que es un huesped,
Suaves, como el hielo que se funde,
Genuinos, como la madera no tallada,
Vacios, como el lecho de un rio,
Opacos, como el agua turbia.

Aquel que yace inmovil mientras el lodo se asienta,
Y permanece inmovil cuando el agua fluye,
No busca satisfacción
Y trasciende la Naturaleza.


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16. Trascendiendo la Naturaleza
Vacía tu Ego completamente;
Abraza la paz perfecta.
El Mundo se mueve y gira;
Observale regresar a la quietud.
Todas las cosas que florecen
Regresarán a su origen.

Este regreso es pacífico;
Es el camino de la Naturaleza,
Eternamente decayendo y renovandose.
Comprender ésto trae la iluminación,
Ignorar esto lleva a la miseria.

Aquel que comprende el camino de la Naturaleza llega a apreciarlo todo;
Apreciandolo todo, se convierte en imparcial;
Siendo imparcial, se convierte en magnánimo;
Siendo magnánimo, se convierte en parte de la Naturaleza;
Siendo parte de la Naturaleza, se hace uno con el Tao;
Siendo uno con el Tao, se alcanza la inmortalidad:
Piensa que el cuerpo perecerá, el Tao no.


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17. Gobernantes
Los mejores gobernantes son apenas conocidos por sus vasallos;
Los siguientes mejores son amados y alabados;
Los siguientes son temidos;
Los siguientes despreciados:
No tienen fé en sus vasallos,
Por tanto, sus vasallos tampoco tienen fé en ellos.

Cuando el mejor gobernante alcanza su objetivo
Sus vasallos lo celebran como si fuese el objetivo de ellos mismos.


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18. Pérdida del Tao
Cuando el Tao se olvida
Deber y justicia degeneran;
Entonces, la sabiduría y la sagacidad
Se pierden bajo la hipocresía.

Cuando se deshacen las relacciones familiares
El respeto y la devoción degeneran;
Cuando una nación cae en el caos
Han de nacer la lealtad y el patriotismo.


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19. Simplicidad
Si pudiesemos abandonar la sabiduría y la sagacidad
La gente podría disfrutar el ser todos iguales;
Si pudiesemos abandonar el deber y la justicia
Todo podría basarse en las relacciones de amor o amistad;
Si pudiesemos abandonar el artificio y el provecho
La corrupción y el robo podrían desaparecer.
Aún así, semejantes remedios solo tratarían los síntomas
Por tanto son inadecuados.

La gente necesita remedios personales:
Revela tu auténtico yo,
Abraza tu naturaleza original,
Abandona tu propio interés,
Controla tu deseo.


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20. Soledad
No conozco nada y nada me preocupa.
No veo diferencia entre sí y no.
No veo diferencia entre bien y mal.
No temo aquello que la gente teme en la noche.

La gente está feliz como en una fiesta suntuosa
O jugando en el campo en primavera;
Pero yo permanezco tranquilo y vagabundeando,
Como un recién nacido antes de aprender a sonreir,
Solitario, sin hogar.

La gente tiene lo suficiente y para compartir,
Pero yo no poseo nada,
Y mi corazón es ignorante,
turbio y ensombrecido.

La gente está rediante y segura,
Mientras yo sigo ciego y confuso;
La gente es inteligente y sabia,
Mientras permanezco torpe e ignorante,
Sin objetivo, como una ola en la superficie del mar,
Sujeto a nada.

La gente está ocupada con un propósito,
Mientras sigo impractico y tosco.
Estoy aparte del resto de la gente
Todavía sostenido por la Naturaleza.


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21. Expresiones del Tao
La virtud se expresa siguiendo al Tao.
Tao es evasivo e intengible
Pero expresa toda forma y sustancia;
Tao es oscuro y sútil
Pero expresa toda la Naturaleza;
La Naturaleza no cambia,
Pero expresa toda sensación.

Desde antes del conocimiento
El Tao ha expresado todas las cosas.
¿Cómo puedo saber?
Confiando en mis sentidos.


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22. Aceptación y Contención
Acepta y serás completo,
Inclinate y serás recto,
Vacíate y quedarás lleno,
Decae, y te renovarás,
Desea, y conseguirás,
Buscando la satisfacción quedas confuso.

El Sabio acepta el Mundo
Como el Mundo acepta el Tao;
No se muestra a si mismo, y así es visto claramente,
No se justifica a si mismo, y por eso destaca,
No se empeña, y así realiza su obra,
No se glorifica, y por eso es excelso,
No busca la lucha, y por eso nadie lucha contra él.

Los Santos decían, "acepta y serás completo",
Una vez completo, el Mundo es tu hogar.


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23. Habla y Confianza
La Naturaleza dice pocas palabras:
El viento fuerte no dura mucho,
La lluvia torrencial no cae durante mucho tiempo.
Si las palabras de la Naturaleza no permanecen
¿Por qué habrían de hacerlo las del Hombre?

Para seguir el Tao, conviertete en Tao; el Tao te aceptará.
Para dar virtud, conviertete en virtud; la virtud te aceptará.
Si pierdes con el Tao, la pérdida te aceptará.
Has de confiar para que confíen en tí.


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24. Tumores
Si te mantienes de puntillas no te mantienes mucho tiempo;
Si dás pasos demasiado largos no puedes caminar bien;
Si te muestras a tí mismo no puedes ser bien visto;
Si te autojustificas no puedes ser respetado;
Si te halagas a ti mismo no puedes ser creído;
Si te enorgulleces demasiado no puedes alcanzar la excelencia.
Todos estos comportamientos son excrecencias y tumores,
Cosas desagradables evitadas por el virtuoso.


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25. Cuatro Infinitos
Antes de que existiese el Mundo
Estaba el Misterio:
Silencioso, sin fondo,
Solitario, inmutable,
En todas partes y siempre en movimiento,
La Madre del Mundo.
No conozco su nombre, por lo que le llamo Tao;
No conozco su límite, por lo que le llamo Infinito.

Siendo infinito, fluye para siempre,
Fluyendo para siempre, vuelve a Sí Mismo.

Uno Mismo sigue el camino del Mundo;
El Mundo sigue el camino de la Naturaleza;
La Naturaleza sigue el camino del Tao;
El Tao es el Camino.

Tao es infinito,
por tanto la Naturaleza es infinita,
por tanto el Mundo es infinito,
por tanto Uno Mismo es infinito.
Son cuatro Infinitos,
Y el Yo es uno de ellos.


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26. Calma
La gravedad es el origen de la ligereza,
La Calma, la dueña de la agitación.

Así pues, el que dirige una gran empresa
no debe actuar con ligereza o agitación.
Actuando a la ligera, pierde contacto con el Mundo,
Actuando agitadamente, pierde contacto consigo mismo.

El sabio viaja todo el día sin perder el control;
Rodeado de cosas deseables, permanece en calma y sin sujecciones.


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27. Atención
El buen viajero no deja huella que pueda seguirse,
El buen hablador no deja palabras que puedan ser cuestionadas,
El buen contable no deja cálculo sin comprobar,
El buen cerrajero no deja cerradura que pueda ser forzada,
El buen atador no deja nudo que pueda ser deshecho.

Así, el sabio cuida a todos los hombres
y no abandona a ninguno.
Acepta todo y no rechaza nada.
Atiende hasta el menor detalle.

Así el fuerte debe guiar al débil,
pues el débil es el material de donde hacer a los fuertes.
Si la guía no es respetada
O el material no es cuidado
Se origina confusión, no importa cuan inteligente sea uno.
Esta es la esencia de la sutileza.


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28. Convertirse en femenino
Conociendo lo masculino, y convirtiendose en lo femenino,
Se llega a ser la vía a través de la cual se mueve el Mundo,
Estar unido a la virtud,
Y renacer de nuevo.

Conociendo la luz y convirtiendose en la oscuridad,
Uno se convierte en el Mundo,
Llegando a ser la virtud,
Y volviendo al Tao.

Conociendo el honor y siendo humilde,
Uno se convierte en el valle del Mundo,
Llenandose de la virtud,
Y siendo como un tronco no cortado.

Cuando el tronco es cortado se convierte en herramientas.
Usadas por el sabio, son poderosas;
Así pues, un buen carpintero no desperdicia madera.


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29. Ceguera
Aquellos que desean cambiar el Mundo
De acuerdo con sus deseos
Nunca tienen éxito.

Al Mundo le dá forma el Tao;
No puede darse forma a sí mismo.
Si alguien intenta darle forma, le daña;
Si alguien intenta poseerle, le pierde.

Así pues:
A veces las cosas florecen, a veces no.
A veces la vida es dura, a veces es fácil.
A veces la gente es fuerte, a veces es débil.
A veces llegas a donde quieres ir, a veces te quedas en el camino.
Por ello el sabio no es extremo, extravagante o complaciente.


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30. Violencia
Los hombres poderosos no deben usar la violencia,
Pues la violencia tiene la costumbre de retornar;
Las zarzas crecen donde quiera que vaya un ejército,
Y años de hambre siguen a una guerra.

Un general está bien advertido:
De que ha de hacer nada más que lo que indican sus órdenes,
No importa cuan fuerte sea su ejército;
De que ha de conseguir cumplir sus órdenes,
Pero no la gloria o el sentirse orgulloso;
De hacer lo que dicta la necesidad,
Pero no la sed de sangre;
Pues, incluso la más poderosa fuerza decaerá con el tiempo,
Y la violencia volverá en contra, y le destruirá.


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31. Herramientas de violencia
Los soldados son herramientas de violencia, temidos por todos;
El sabio no los empleará.
Su propósito es la creación;
El de ellos es la destrucción.

Las armas son herramientas para la violencia, no para el sabio;
El las usará cuando no hay otra elección,
Pues valora la paz y no se deleita en la conquista.

Pues quien se deleita en la conquista
Se deleita en el sufrimiento de los hombres;
Y quien se deleita en el sufrimiento de los hombres no puede controlarlos.

Los que matan en la guerra deberían llorar
Y celebrar la conquista con un funeral.


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32. Forma
El Tao no tiene una auténtica definición.
Como la madera antes de ser cortada, no puede ser usado;
Si un gobernante comprende esto
Todo su país será floreciente
Y la gente obedecerá en armonía con él mismo,
Tal y como cae una lluvia suave.
Sin necesidad de dar órdenes para que se comporten con equidad.

Cuando al Tao se le dá forma para su uso,
La forma recibe un nombre en el Mundo;
No deberían de tenerse demasiados nombres
para contener a las formas;
En lugar de esto, dejad al Tao fluir hacia si mismo en el Mundo
Como el agua fluye en el lecho del río hacia el mar.


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33. Virtud
El que conoce a los hombres es sabio;
El que se conoce a si mismo está iluminado.
El que vence a los otros es fuerte;
El que se vence a sí mismo es poderoso.
El que se contenta con lo que tiene es rico;
El que obra con determinación tiene voluntad.
El que es capaz de mantener su posición resistirá mucho tiempo;
El que es capaz de mantener su influencia vivirá después de su muerte.


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34. El Tao no tiene favoritos
El Tao infinito fluye por todas partes, creando y destruyendo,
Realizando el Mundo, atendiendo al más pequeño detalle,
Sin pedir nada a cambio.

Nutre todas las cosas, sin controlarlas;
Carece de intención,
Por lo que parece inconsecuente.

Es la sustancia de todas las cosas,
Pero no somete a control a ninguna;
No hace excepciones,
Por lo que es importante para todas.

A causa de que no favorece a ninguna cosa finita,
Es infinito.


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35. Paz
El Tao carece de forma y aroma;
No puede ser visto ni oido,
Y su aplicación no puede ser agotada.

Si ofreces música y comida
Los extraños se detienen a tu lado;
Pero si estás de acuerdo con el Tao
La gente del Mundo te mantendrá
En seguridad, salud, compañía y paz.


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36. Influencia
Para reducir la influencia de alguien, aumentala primero;
Para reducir la fuerza de alguien, incrementala primero;
Para hacer caer a alguien, primero haz que se eleve;
Para tomar algo de alguien, dale algo primero.

Esta es la sutileza con la cual el débil vence al fuerte,
Así como el pez no debería abandonar sus profundidades,
Y el soldado no debería abandonar su camuflaje.


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37. Tranquiliza el corazón
El Tao no actúa, y así no deja nada por hacer.
Si uno entiende esto
Todas las cosas del Mundo florecen naturalmente;
Floreciendo, solo están restringidas por la Naturaleza.

La Naturaleza no tiene deseos;
Sin deseos, el corazón alcanza la tranquilidad,
Y así el Mundo en su totalidad puede permanecer en calma.


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38. Religión
El virtuoso no actúa.
El amable actúa sin interés propio;
El justo actúa no desatendiendo su propio interés;
El religioso actúa para reproducir su propio interés.

Si el Tao se pierde, queda la virtud;
Si la virtud se pierde queda la amabilidad;
Si la amabilidad se pierde, queda la justicia;
Si la justicia se pierde, queda la religión.

Las jerarquías bien establecidas no pueden desarraigarse fácilmente;
Las creencias firmes no pueden cambiarse fácilmente;
Por eso la religión permanece generación tras generación.

La religión es el fín de la virtud y la honestidad,
El comienzo de la confusión;
La Fé es una esperanza o miedo muy colorida,
El origen de la estupidez.

El sabio actúa por conocimiento, no por esperanza;
Confía en el fruto, no en la flor;
Acepta lo que tiene, rechaza las promesas futuras.


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39. Completitud
En tiempos míticos todas las cosas estaban completas:
Todo el cielo estaba despejado,
Toda la tierra era estable,
Todas las montañas eran altas,
Todos los ríos estaban llenos,
Toda la Naturaleza estaba viva,
Todos los gobernantes eran apoyados.

Pero sin claridad, el cielo se nubla;
Sin estabilidad, la tierra se rompe;
Sin fuerza, la montaña se erosiona;
Sin agua, el río se seca;
Sin vida, la Naturaleza se agosta;
Sin apoyo, los gobernantes caen.

Así pues, los gobernantes dependen de su gente,
El noble depende del humilde;
Y los gobernantes se muestran a si mismos huerfanos, solitarios o imposibilitados,
Para ganar el apoyo del pueblo.

La completitud no gana apoyos.
Así pues, hay debilidad en el poder,
Y poder en la debilidad;
Antes que tintinear como el jade,
Uno debería retumbar como las piedras.


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40. Aplicación del Tao
El movimiento del Tao es retornar;
El uso del Tao es aceptar;
Todas las cosas derivan del Tao,
El Tao no deriva de ninguna.


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41. Taoismo
Cuando el fuerte aprende el Tao, lo practica con diligencia;
Cuando el avanzado aprende el Tao, lo practica en ocasiones;
Cuando el débil aprende el Tao, se alegra y ríe;
Aquellos que no ríen no han aprendido nada.

Así está dicho:
Quien comprende el Tao, parece incoherente;
Quien progresa en el Tao, parece fallar;
Quien sigue el Tao, parece vagabundear.

Así la mayor fuerza aparenta vulnerabilidad;
La verdad más brillante aparenta matices;
El carácter más pleno aparenta ser incompleto;
El corazón más fuerte aparenta debilidad;
La Naturaleza más hermosa aparenta inconstancia.

Así el cuadrado, perfeccionado, no tiene esquinas;
El arte, perfeccionado, no tiene sentido;
El sexo, perfeccionado, no tiene clímax;
La forma, perfeccionada, carece de forma.

Así el Tao no puede sentirse ni conocerse:
Transmite sensación y trasciende el conocimiento.


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42. Armonía
Tao lleva a la virtud;
La virtud lleva a la contención;
La contención lleva a la aceptación;
La aceptación lleva al Mundo;
Todas las cosas comienzan con virtud y terminan con contención,
Pero es la aceptación la que lleva a la armonía.

Como otros enseñaron, yo enseño:
"Aquello sin armonía termina con violencia";
Esta es mi enseñanza.


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43. Venciendo lo Imposible
Lo blando vence a lo duro;
Lo que carece de forma penetra lo impenetrable;
Hay valor en no actuar.

Enseñando sin palabras,
Trabajando sin acción,
Es algo que pocos pueden comprender.


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44. Contenerse
Fama o Ego: ¿Qué es más querido?
Ego o riqueza: ¿Qué es más valioso?
Beneficio o pérdida: ¿Qué es más doloroso?

Una gran virtud se expone a un gran desgaste,
Una gran riqueza se expone a un gran robo,
Pero una gran contención no expone a ninguna pérdida.

Así pues: El que sabe cuando detenerse
No continúa hacia el peligro,
Y puede resistir mucho tiempo.


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45. Calma
La gran perfección semeja imperfecta,
Pero no decae;
La gran abundancia parece vacía,
Pero no se acaba.

Una gran verdad parece contradictoria;
Una gran inteligencia parece estupidez;
Una gran elocuencia parece incomprensible.

Aunque parece que la acción vence a la contención,
La inmovilidad vence al deseo;
Así pues, el que permanece calmado es quien tiene el control.


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46. Deseo
Cuando el Mundo no está en acuerdo con el Tao,
Los caballos transportan a los soldados a través de los campos;
Cuando el mundo está de acuerdo con el Tao,
Los caballos tiran de arados a través de los campos.

No hay mayor maldición que el deseo;
No hay mayor miseria que el descontento;
No hay mayor enfermedad que la codicia;
Pero el que se conforma con lo que posee
Siempre será rico.


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47. Conocimiento y Experiencia
Sin un solo paso más allá de la puerta
Puedes conocer el Mundo.
Sin una mirada hacia la ventana
Puedes ver el color del cielo.

Cuanto más experimentas, menos sabes.
El sabio vagabundea sin conocer,
Mira sin ver,
Alcanza sin actuar.


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48. Conocimiento
El que persigue el conocimiento, adquiere tanto como puede cada día;
El que persigue al Tao, pierde tanto como puede cada día.

Alcanza un estado de inacción
Tal que sin hacer nada, nada queda sin hacer.

domingo, septiembre 18, 2005

Aquí; ahora

SER E ILUMINACIÓN

Más allá de la miríada de formas de vida que están sujetas al nacimiento y a la muerte existe la Vida Una, eterna y omnipresente. Muchas personas utilizan la palabra Dios para describirla, pero yo suelo llamarla Ser. La palabra Ser no explica nada, pero la palabra Dios tampoco. Ser, no obstante, tiene la ventaja de ser un concepto abierto. No reduce el infinito invisible a una entidad finita. Es imposible formarse una imagen mental del Ser, y nadie puede pretender su posesión exclusiva. Es tu esencia misma; puedes acceder a ella inmediatamente como el sentimiento de tu propia presencia.

Por eso sólo hay un pequeño paso entre la palabra Ser y la experiencia del Ser.

EL SER NO SÓLO ES TRASCENDENTE; TAMBIÉN IMPREGNA PROFUNDAMENTE cada forma, y su esencia es invisible e indestructible. Esto significa que ahora mismo puedes acceder al Ser porque es tu identidad más profunda, tu verdadera naturaleza. Pero no trates de aferrarlo con la mente. No trates de entenderlo.

Sólo puedes conocerlo dejando la mente en silencio. Cuando estás presente, cuando tu atención está plena e intensamente en el ahora, puedes sentir el Ser, pero nunca podrás entenderlo mentalmente.

La iluminación es recuperar la conciencia del Ser y residir en ese estado de «sensación-realización».

La palabra iluminación suscita la idea de un logro sobrehumano, y al ego le gusta que sea así; pero no es más que tu estado natural en el que sientes la unidad con el Ser. Es un estado de conexión con algo inconmensurable e indestructible, con algo que es esencialmente tú, y sin embargo es mucho mayor que tú. Es encontrar tu verdadera naturaleza más allá del nombre y de la forma.

La incapacidad de sentir esta conexión crea la ilusión de que estás separado de ti mismo y del mundo que te rodea. Entonces te percibes, consciente o inconscientemente, como un fragmento aislado. Surge el miedo, y los conflictos internos y externos pasan a ser la norma.

El mayor obstáculo para experimentar la realidad de tu conexión es la identificación con la mente, que hace que el pensamiento se vuelva compulsivo. Ser incapaz de dejar de pensar es una enfermedad terrible, pero no nos damos cuenta de ella porque casi todo el mundo la sufre y se considera algo normal. Este ruido mental incesante te impide encontrar el reino de quietud interior que es inseparable del Ser. También crea un falso yo fabricado por la mente, que lanza una sombra de miedo y sufrimiento.

La identificación con la mente produce una pantalla opaca de conceptos, etiquetas, imágenes, palabras, juicios y definiciones que bloquean toda verdadera relación. Esa pantalla se interpone entre tú y tú mismo, entre tú y tu prójimo, entre tú y la naturaleza, entre tú y Dios; crea la ilusión de separación, la ilusión de que tú y el «otro» estáis totalmente separados. Entonces te olvidas del hecho esencial de que, debajo del nivel de las apariencias físicas y de las formas separadas, eres uno con todo lo que es.

La mente es un instrumento soberbio si se usa correctamente. Sin embargo, si se usa de forma in-apropiada, se vuelve muy destructiva. Para decirlo con más precisión, no se trata tanto de que usas la mente equivocadamente: por lo general no la usas en absoluto, sino que ella te usa a ti. Ésa es la enfermedad. Crees que tú eres tu mente. Ese es el engaño. El instrumento se ha apoderado de ti.

Es como si estuvieras poseído sin saberlo, y crees que la entidad posesora eres tú.

LA LIBERTAD COMIENZA cuando te das cuenta de que no eres la entidad posesora, el pensador. Saberlo te permite examinar la entidad. En el momento en que empiezas a observar al pensador, se activa un nivel de conciencia superior.

Entonces empiezas a darte cuenta de que hay un vasto reino de inteligencia más allá del pensamiento, y de que el pensamiento sólo es una pequeña parte de esa inteligencia. También te das cuenta de que todas las cosas verdaderamente importantes —la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interna— surgen de más allá de la mente.

Empiezas a despertar.

LIBÉRATE DE TU MENTE

La buena nueva es que puedes liberarte de tu mente, que es la única verdadera liberación. Y puedes dar el primer paso ahora mismo.

EMPIEZA POR ESCUCHAR LA VOZ QUE HABLA DENTRO DE TU CABEZA, y hazlo tan frecuentemente como puedas. Presta una atención especial a cualquier patrón de pensamiento repetitivo, a esos viejos discos de gramófono que pueden haber estado dando vueltas en tu cabeza durante años.

Esto es lo que llamo «observar al pensador», que es otra manera de decir: escucha la voz dentro de tu cabeza, mantente allí como presencia que atestigua.

Cuando escuches la voz, hazlo imparcialmente. Es decir, no juzgues. No juzgues ni condenes lo que oyes, porque eso significaría que la misma voz ha vuelto a entrar por la puerta de atrás.

Pronto te darás cuenta de esto: la voz está allí y yo estoy aquí, observándola. Esta comprensión Yo soy, esta sensación de tu propia presencia, no es un pensamiento. Surge de más allá de la mente.

Así, cuando escuchas un pensamiento, no sólo eres consciente del pensamiento, sino también de ti mismo como testigo del pensamiento. Ha hecho su aparición una nueva dimensión de conciencia.

CUANDO ESCUCHAS EL PENSAMIENTO, sientes como si hubiera una presencia consciente —tu yo profundo— por debajo o detrás de él. De este modo el pensamiento pierde su poder sobre ti y se disuelve rápidamente, porque ya no energetizas tu mente mediante la identificación con ella. Es el principio del fin del pensamiento compulsivo e involuntario.

Cuando el pensamiento se aquieta, experimentas una discontinuidad en la corriente mental, una brecha de «no-mente». Al principio las brechas serán cortas, tal vez duren unos segundos, pero gradualmente se irán prolongando. Cuando ocurren estas discontinuidades, sientes cierta quietud y paz dentro de ti. Es el principio del estado natural de sentirte unido al Ser, generalmente nublado por la mente.

Con la práctica, la sensación de quietud y de paz se va ahondando. De hecho, esa profundidad no tiene fin. También sentirás una sutil emanación de alegría elevándose desde lo más hondo de ti: la alegría de Ser.

En este estado de conexión interna estás mucho más alerta, más despierto que en el estado de identificación mental. Estás plenamente presente. Y también se eleva la frecuencia vibratoria del campo energético que da vida al cuerpo físico.

A medida que profundizas en este reino de la no-mente, como a veces se le denomina en Oriente, vas alcanzando el estado de conciencia pura. En ese estado sientes tu propia presencia con tal intensidad y alegría que, en comparación, todo pensamiento, toda emoción, tu cuerpo físico y todo el mundo externo se vuelven relativamente insignificantes. Sin embargo, no es un estado de egoísmo, sino de desprendimiento y generosidad. Te lleva más allá de lo que pensabas que era «tu identidad». Esa presencia es esencialmente tú, y al mismo tiempo es inconcebiblemente mayor que tú.

EN LUGAR DE «OBSERVAR AL PENSADOR», también puedes crear una apertura en la corriente mental por el simple hecho de dirigir el foco de tu atención al ahora. Basta con que te hagas intensamente consciente del momento presente.

Esto es algo por demás satisfactorio. De este modo retiras la conciencia de tu actividad mental y creas una brecha sin mente en la que estás muy alerta y consciente, pero no piensas. Ésta es la esencia de la meditación.

En TU VIDA COTIDIANA puedes practicar esto tomando cualquier actividad rutinaria, que habitualmente sólo es un medio para un fin, y darle toda tu atención para que se convierta en un fin en sí misma.

Por ejemplo, cada vez que subas o bajes las escaleras en tu casa o en tu puesto de trabajo, presta mucha atención a cada escalón, a cada movimiento, incluso a tu respiración. Mantente totalmente presente.

O cuando te laves las manos, presta atención a todas las percepciones sensoriales asociadas con esa actividad: el sonido y la sensación del agua, el movimiento de tus manos, el aroma del jabón, etc.

O cuando entres en tu coche, después de cerrar la puerta, detente durante unos segundos y observa el flujo de tu respiración. Toma conciencia de una silenciosa pero intensa sensación de presencia.

Hay un criterio que te permite medir el éxito logrado en esta práctica: el grado de paz que sientas en tu interior.

El paso más vital en tu camino hacia la iluminación es éste: aprende a no identificarte con tu mente. Cada vez que creas una apertura en el flujo mental, la luz de tu conciencia se fortalece.

Puede que un día te sorprendas sonriendo a la voz que suena en tu cabeza como sonreirías a las travesuras de un niño. Esto significa que has dejado de tomarte el contenido de tu mente tan en serio, y que tu sentido de identidad ya no depende de él.



ILUMINACIÓN: ELEVARSE POR ENCIMA DEL PENSAMIENTO



A medida que uno crece, va formándose una imagen mental de sí mismo basada en su condicionamiento personal y cultural. A este yo fantasma lo llamamos ego. El ego es tu actividad mental y sólo puede funcionar mediante el pensamiento constante. El término ego tiene distinto significado según se trate de una persona u otra, pero cuando lo uso aquí me refiero al falso yo, creado por una identificación inconsciente con la mente.

Para el ego, el momento presente apenas existe. Sólo considera importantes el pasado y el futuro. Esta inversión total de la verdad explica por qué, en la modalidad ego, la mente es tan disfuncional. Siempre está tratando de mantener el pasado vivo, porque ¿quién serías sin él? Y se proyecta constantemente hacia el futuro para asegurarse la supervivencia y buscar en él una sensación de liberación o satisfacción. Dice: «Algún día, cuando haya ocurrido esto, lo otro o lo de más allá, estaré bien, en paz, seré feliz.»

Incluso cuando parece que el ego está en el presente, no ve el presente: lo percibe equivocadamente porque lo mira con los ojos del pasado. O reduce el presente a ser un medio para un fin, un fin que siempre reside en el futuro proyectado por la mente. Observa tu mente y comprobarás que funciona así.

El momento presente contiene la clave de la liberación, pero no puedes encontrar el momento presente mientras seas tu mente.

Alcanzar la iluminación significa elevarse por encima del pensamiento. En el estado de iluminación sigues usando la mente cuando la necesitas, pero de un modo mucho más enfocado y eficaz que antes. La empleas principalmente con fines prácticos, pero eres libre del diálogo interno involuntario, y vives en la quietud interior.

Cuando empleas la mente, y en particular cuando necesitas dar una solución creativa a algo, vas oscilando cada pocos minutos entre la mente y la quietud, entre la mente y la no-mente. La no-mente es conciencia sin pensamiento. Sólo la no-mente permite pensar creativamente, porque da al pensamiento un poder real. El pensamiento por sí solo, desconectado del vasto campo de la conciencia, se convierte rápidamente en algo estéril, insano, destructivo.



EMOCIÓN: LA REACCIÓN DEL CUERPO A LA MENTE



La mente, tal como yo uso la palabra, no es únicamente el pensamiento. Incluye también las emociones y las pautas de reacción inconscientes, tanto mentales como emocionales. La emoción surge en el punto donde cuerpo y mente se encuentran. Es la reacción del cuerpo a la mente o, dicho de otra forma, el reflejo de la mente en el cuerpo.

Cuanto más te identificas con el pensamiento, con lo que te gusta o disgusta, con tus juicios e interpretaciones, es decir, cuanto menos presente estás como conciencia observante, más fuerte es la carga de energía emocional, seas consciente de ella o no. Si no puedes sentir tus emociones, si estás desconectado de ellas, acabarás sintiéndolas a un nivel puramente físico, como un problema o síntoma físico.

Si TE ES DIFÍCIL SENTIR TUS EMOCIONES, empieza por enfocar la atención en el campo energético interno de tu cuerpo. Siente el cuerpo desde dentro. Así estarás en contacto con tus emociones.

Si realmente quieres conocer tu mente, el cuerpo siempre te dará un reflejo fiel; por tanto, observa la emoción o, más bien, siéntela en tu cuerpo. Si existe un conflicto aparente entre ambos, el pensamiento es el que miente y la emoción dice la verdad. No la verdad última de tu identidad real, sino la verdad relativa de tu estado mental en ese momento.

Es posible que aún no puedas hacer consciente la actividad de tu mente inconsciente en forma de pensamientos, pero siempre se reflejará en el cuerpo como una emoción, de la que sí puedes tomar conciencia.

Observar una emoción es básicamente igual que escuchar u observar un pensamiento, tal como he descrito el proceso anteriormente. La única diferencia es que, mientras el pensamiento está en tu cabeza, la emoción tiene un fuerte componente físico, de modo que se siente principalmente en el cuerpo. Puedes dejar que la emoción esté ahí sin ser controlado por ella. Ya no eres la emoción; eres el observador, la presencia que mira.

Si practicas así, todo lo que es inconsciente en ti saldrá a la luz de la conciencia.

ADQUIERE EL HÁBITO DE PREGUNTARTE: ¿Qué está pasando dentro de mí en este momento? Esa pregunta te orientará en la dirección correcta. Pero no analices, simplemente observa. Enfoca tu atención hacia dentro. Siente la energía de la emoción.

Si no hay ninguna emoción presente, lleva la atención más profundamente al campo energético de tu cuerpo. Es el pasadizo hacia el Ser.





CAPÍTULO DOS

EL ORIGEN DEL MIEDO



El estado de miedo psicológico está divorciado de cualquier peligro real e inmediato. Puede adoptar diversas formas: desazón, preocupación, ansiedad, nervios, tensión, temor, fobia, etc. El miedo psicológico del que hablamos siempre se refiere a algo que podría ocurrir, no a algo que ya está ocurriendo. Tú estás en el aquí y ahora, mientras que tu mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad. Y si te has identificado con tu mente y has perdido el poder y la simplicidad del ahora, esa brecha de ansiedad será tu constante compañera. Siempre puedes afrontar el momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una proyección mental; no puedes afrontar el futuro.

Además, mientras sigas identificándote con tu mente, el ego dirigirá tu vida. Debido a su naturaleza fantasmal, y a pesar de sus elaborados mecanismos de defensa, el ego es muy vulnerable e inseguro, y se siente amenazado constantemente. Por cierto, esto sigue siendo verdadero aunque externamente esté muy seguro. Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del cuerpo a la mente. ¿Qué mensaje recibe continuamente el cuerpo desde el ego, desde ese falso yo fabricado por la mente?: peligro, estoy amenazado. ¿Y qué emoción genera este mensaje continuo?: miedo, por supuesto.

El miedo parece tener muchas causas: miedo a la pérdida, miedo al fracaso, miedo a que nos hieran, y así sucesivamente; pero, en definitiva, todos los miedos pueden resumirse en el miedo del ego a la muerte, a la aniquilación. Para el ego, la muerte siempre está a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta a todos los aspectos de tu vida.

Por ejemplo, algo tan aparentemente trivial y «normal» como la necesidad compulsiva de tener razón en una discusión y demostrar que el otro está equivocado —defender la posición mental con la que te has identificado— se debe al miedo a la muerte. Si te identificas con una posición mental y resulta que estás equivocado, tu sentido de identidad, basado en la mente, se sentirá bajo una seria amenaza de aniquilación. Por tanto, tú, como ego, no puedes permitirte estar equivocado. Equivocarse es morir. Esto ha motivado muchas guerras y ha causado la ruptura de innumerables relaciones.

Cuando dejas de identificarte con la mente, el hecho de tener razón o estar equivocado es indiferente para tu sentido de identidad; de modo que esa necesidad compulsiva, apremiante y profundamente inconsciente de tener razón, que es una forma de violencia, deja de estar presente. Puedes expresar cómo te sientes y lo que piensas con claridad y firmeza, pero tal expresión no estará teñida de agresividad ni actitud defensiva. Tu sentido de identidad deriva entonces de un lugar más profundo y verdadero dentro de ti, no de la mente.

OBSERVA CUALQUIER ACTITUD DEFENSIVA que surja en ti. ¿Qué estás defendiendo?: una identidad ilusoria, una imagen mental, una entidad ficticia. Haciendo consciente este patrón y observándolo, puedes romper la identificación con él. El patrón inconsciente comenzará a disolverse rápidamente a la luz de tu conciencia.

Este es el final de todas las discusiones y juegos de poder, que son tan corrosivos para las relaciones. El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza. El verdadero poder está dentro, y está a tu disposición ahora.

La mente siempre trata de negar el ahora y de escapar de él. En otras palabras: cuanto más te identificas con tu mente, más sufres. O puedes decirlo de este otro modo: cuanto más capaz seas de valorar y aceptar el ahora, más libre estarás del dolor y del sufrimiento, más libre de la mente egotista.

Si no deseas crear más dolor para ti mismo ni para los demás, si no quieres añadir más dolor al residuo del pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o crea el imprescindible para gestionar los aspectos prácticos de la vida. ¿Cómo dejar de crear tiempo?

DATE CUENTA INEQUÍVOCAMENTE DE QUE EL MOMENTO PRESENTE es lo único que tienes. Haz del ahora el centro fundamental de tu vida. Si antes vivías en el tiempo y hacías breves visitas al ahora, establece tu residencia habitual en el ahora y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando tengas que resolver los asuntos prácticos de tu vida.

Di siempre «sí» al momento presente.



ACABA CON LA ILUSIÓN DEL TIEMPO



La clave es ésta: acaba con la ilusión del tiempo. Tiempo y mente son inseparables. Retira el tiempo de la mente y ésta se para, a menos que elijas usarla.

Estar identificado con la mente es estar atrapado en el tiempo: vives de forma compulsiva y, casi exclusivamente, mediante el recuerdo y la anticipación. Esto produce una preocupación interminable por el pasado y el futuro, y una falta de disposición a honrar y reconocer el momento presente y permitir que sea. La compulsión surge porque el pasado te da una identidad y el futuro contiene una promesa de salvación, de una realización de algún tipo. Ambas son ilusiones.

Cuanto más te enfocas en el tiempo —pasado y futuro— más pierdes el ahora, lo más precioso que hay.

¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque es lo único que hay. Es todo lo que hay. El eterno presente es el espacio dentro del que se despliega tu vida, el único factor que permanece constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en que tu vida no fuera ahora, ni lo habrá jamás. En segundo lugar, el ahora es el único punto que puede llevarte más allá de los limitados confines de la mente. Es tu único punto de acceso al reino informe e intemporal del Ser.

¿Has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera del momento presente? ¿Piensas que lo harás alguna vez? ¿Es posible que algo ocurra o sea fuera del ahora? La respuesta es evidente, ¿no es cierto?

Nada ocurrió nunca en el pasado; ocurrió en el ahora. Nada ocurrirá nunca en el futuro; ocurrirá en el ahora.

La esencia de lo que estoy diciendo aquí no puede entenderse mentalmente. En el momento que lo entiendes, se produce un cambio de conciencia de la mente al Ser, del tiempo a la presencia. De repente, todo se vivifica, irradia energía, emana Ser.

sábado, septiembre 17, 2005

Acerca de un nagual



Castaneda era un famoso antropólogo, autor de varios libros sobre la cultura de los antiguos brujos mexicanos. En ellos cuenta que, siendo aún estudiante en la Universidad de California, fue hacer trabajo de campo entre los indios yaquis, al norte de México, a fin de aprender sobre las plantas medicinales que ellos utilizaban.

En uno de sus viajes se encontró con un viejo yerbero que tenía fama de hechicero, quien se le presentó como Juan Matus. Con el paso del tiempo, el anciano lo tomó como aprendiz y le introdujo en una dimensión totalmente desconocida para el hombre moderno: la sabiduría tradicional de los antiguos videntes toltecas, comúnmente conocida como “brujería” o “nagualismo”.

En una docena de libros, Carlos relata una relación de maestro y aprendiz que duró trece años. En ese tiempo, fue sometido a un arduo entrenamiento que le llevó a corroborar personalmente los fundamentos de esa extraña cultura. Las experiencias adquiridas durante su aprendizaje terminaron haciendo que el joven antropólogo sucumbiese ante la fascinación del conocimiento y fuese absorbido por el sistema de creencias que estudiaba. Este desenlace le alejó bastante de sus metas originales.

“Nagualismo” era el nombre que daban los brujos del México prehispánico a su sistema de creencias. De acuerdo con la historia, aquellos hombres estaban profundamente interesados en su relación con el universo, a tal grado, que se dieron a la tarea de investigar los límites de la percepción a través del uso de plantas alucinógenas que les permitían cambiar los niveles de conciencia. Después de practicar durante generaciones, algunos de ellos aprendieron a “ver”, es decir, a percibir el mundo, no como una interpretación, sino como un flujo constante de energía.

El nagualismo consiste en un conjunto de técnicas diseñadas para alterar la percepción cotidiana, produciendo fenómenos psíquicos y físicos de extraordinario interés. Por ejemplo, la tradición mexicana afirma que un nagual es capaz de transformarse en un animal, pues ha aprendido a soñarse a sí mismo en una forma diferente a la de un ser humano. Detrás de esta creencia popular está el hecho de que los brujos exploran su subconsciente con el propósito de arrojar luz sobre aquel ámbito desconocido de nuestro ser.

El nagualismo fue durante miles de años una práctica socialmente aceptada, tal como entre nosotros lo es la religión o la ciencia. Con el tiempo, sus postulados ganaron en abstracción y síntesis, convirtiéndose en una especie de propuesta filosófica cuyos practicantes llevaron el nombre de toltecas.

Los toltecas no eran lo que comúnmente entendemos por brujos, es decir, individuos que usan fuerzas sobrenaturales para dañar a otros, sino hombres y mujeres extremadamente disciplinados e interesados en complejos aspectos del estar conscientes.

En sus libros, Carlos se esforzó con mucho talento por adaptar el conocimiento de los naguales a nuestro tiempo, sacándolo del ambiente rural y haciéndolo accesible a personas con formación occidental. A partir de las enseñanzas de don Juan, él definió las premisas del camino del guerrero o el camino de la conducta impecable, consistentes en control, disciplina y esfuerzo sostenido. Una vez interiorizados, estos principios llevan al practicante a otras técnicas más complejas, cuyo objeto es percibir el mundo de una manera nueva.

Logrado esto, el estudiante está en posición de moverse por el ámbito de los sueños en forma voluntaria y conciente, tal como lo hace en su vida cotidiana. Esta técnica se complementa con lo que don Juan denominó “el arte de acechar” o el arte de conocerse a sí mismo, y con un ejercicio diario llamado “recapitulación”, porque consiste en repasar los eventos de nuestra historia personal para encontrar su trama oculta.

Tanto el ensueño como la recapitulación hacen posible la creación del “doble” energético, una entidad prácticamente indestructible, capaz de actuar por cuenta propia.

Uno de los descubrimientos más relevantes de los videntes toltecas, fue que los seres humanos poseemos una configuración luminosa o campo energético en torno a nuestro cuerpo físico. También Vieron que unos pocos venían con una configuración especial dividida en dos partes. A estos les llamaron naguales, es decir, “personas duplicadas”. Por su particular conformación, el nagual tiene mayores recursos que el común de las gentes. También vieron que, a causa de su doblez y excepcional energía, son líderes naturales.

A partir de estos descubrimientos, fue inevitable que los videntes se estableciesen según los mandatos de la energía, organizando grupos armónicos cuyos participantes se complementaban entre sí. Los guerreros de estos grupos estaban comprometidos con la búsqueda de nuevos niveles de conciencia. Con el tiempo, comenzaron a darse cuenta de que, detrás de sus prácticas y formas de organización, había una regla impersonal.

En este sentido, la regla es la descripción del diseño y los medios por los cuales pueden unirse las diversas conformaciones luminosas de la especie humana, a fin de integrar un solo organismo denominado “la partida del nagual”. La meta de estos grupos es la libertad total, la evolución de la conciencia al punto de poder viajar por el océano de la energía cósmica, percibiendo todo lo que nos es accesible.

Existe una sección especial de la regla que describe cómo se entrelazan las diversas generaciones de guerreros formando linajes, y cómo los linajes se renuevan cada cierto tiempo.

A Carlos le tocó vivir una de esas etapas de renovación. Sin embargo, él mismo no entendió lo que esto significaba, hasta que recibió un mensaje que le orientó hacia la divulgación de la enseñanza.

Cuando yo lo conocí, todavía él tenía una gran reserva para con el público y trataba de mantenerse distanciado de la gente. Nuestra relación fue principalmente a través de pláticas que daba a pequeños grupos y conversaciones en privado.

El me exigió que pasase inadvertido frente a los demás a fin de mantener bajo control mi historia personal. Tiempo después, me confesó que esa medida poseía un sentido más profundo, pues yo tenía un compromiso con el espíritu y debía ejecutar mi tarea cuatro años después de su partida.

Cuando le pregunté la razón de ese requisito, me dijo que él sabía que su obra iba a ser obstruida por detractores, que tratarían de frustrar el plan diseñado por don Juan para una revolución de la conciencia. Mi función sería dar un testimonio del mensaje que recibí.

EL AUGURIO

En cierta ocasión, después de dar una plática en el salón privado de un restaurante, donde nos invitó a todos a comer, Carlos me pidió que lo acompañara a otro sitio. Minutos más tarde, ambos partimos, dejando a los demás invitados en una animada charla.

En nuestro camino tuvimos que atravesar una gran avenida. Adelantándome al tráfico de los autos, yo corrí hacia una isleta triangular en medio de la vía, creyendo que Carlos me seguiría. Pero cuando llegue ahí, me percaté de que él se había quedado esperando del otro lado.

Entonces ocurrió algo imprevisto; una magnífica racha de viento se abalanzó por la avenida, tan fuerte, que tuve de agarrarme de un poste metálico que servia como señal para los automovilistas. Antes de que pudiese protegerme, una nube de polvo se introdujo en mis ojos y garganta, haciéndome toser y dejándome momentáneamente ciego.

Cuando me recuperé, Carlos estaba a mi lado, mirándome con el rostro radiante de alegría. Palmeó mi espalda e hizo un comentario muy extraño:

“¡Ya sé qué hacer contigo!”

Le miré interrogativamente, y me explicó:

“Ese era el mismo viento, anda detrás de ti.”

Sus palabras me hicieron recordar el momento en que lo conocí, cuando una turbonada otoñal nos había obligado a cerrar precipitadamente las ventanas de la sala donde le esperábamos un grupo de amigos.

“En aquella ocasión tú lo viste como un viento fuerte, pero yo supe que era el espíritu dando vueltas sobre tu cabeza. Fue una señal, y ahora sé con qué propósito te señaló.”

Le pedí que me explicase su enigmática afirmación, pero su respuesta fue más oscura todavía:

“Soy heredero de cierta información. Es un aspecto de la enseñanza que me atañe tan profundamente, que yo mismo no puedo explicarlo a los demás. Debe ser dicho a través de un mensajero. Hace un rato, mientras observaba cómo el espíritu te zarandeaba al borde de la avenida, supe que ese mensajero eres tú.”

Insistí por que me revelase algo más, pero él me dijo que ese no era ni el momento ni el lugar adecuado.

QUÉ ES LA REGLA

Tiempo después, mientras caminábamos por la Alameda, casi llegando al Palacio de Bellas Artes, me hizo señas para que nos sentáramos en una banca milagrosamente libre, a un costado de la plaza. Era una banca de hierro forjado. Su ubicación, justo frente a la puerta principal de una antigua iglesia construida con bloques de lava roja y negra, tuvo la virtud de bloquear levemente mi diálogo interno, transportándome a un oasis de serenidad en medio del bullicio de los autos y la gente que pasaba.

Por lo visto, Carlos había previsto ese impacto con una función didáctica. Comentó que esta era la banca favorita de don Juan, lo cual me conmovió mucho. Frotándose las manos, aseguró que era tiempo de ir al grano.

“¿Sabes qué cosa es la regla?” – me preguntó.

Aunque yo había leído algo al respecto en uno de sus libros, no había entendido gran cosa, por lo que denegué con la cabeza.

Él continuó:

"Ese es el nombre que dan los videntes a la guía de una partida de brujos, una especie de carta de navegación o muestrario de los deberes del guerrero dentro de su grupo de prácticas.

“Después de comprobar exhaustivamente su presencia, los brujos del antiguo México llegaron a la conclusión de que, así como todos los seres vivos poseemos un patrón biológico definido que nos permite reproducirnos y evolucionar, también tenemos un patrón energético responsable de nuestro desarrollo como seres luminosos.

“La regla es la matriz de la cual extraen su energía los moldes de las especies. Puedes entenderla como el plan evolutivo de cada ser viviente, no sólo de la tierra, sino de cualquier rincón del universo donde haya conciencia. Nadie puede desligarse de ella. Lo más que podemos es ignorar que existe, en cuyo caso no pasaremos de ser lo que somos: masa viva al servicio de un propósito que no comprendemos.

"Dicho en términos de brujos, la regla es el esquema de los comandos del águila, una ecuación que correlaciona la efectividad de las acciones con el ahorro de la energía. En el ámbito de lo práctico, tal combinación no puede producir otra cosa que un guerrero.

“La regla es completa en sí misma y cubre todas las facetas del camino del guerrero. Describe cómo se crea y se nutre una partida de naguales, de qué manera se conectan las generaciones para conformar un linaje y les orienta hacia la libertad. Pero, a fin de usarla como llave al poder, uno tiene que verificarla por sí mismo."

“¿Cómo se puede verificar?”

“La regla es auto-evidente para el brujo que ve. Para un principiante como tú, el mejor modo de atestiguar su funcionamiento consiste en detectar su intrusión en el transcurso de tu vida."

EL ORIGEN DE LA REGLA

Le pregunté cómo llegó el hombre a ponerse en contacto con esa matriz.

Me respondió:

“Siempre ha existido. Sin embargo, los videntes son sus descubridores y guardianes.

“La regla es el origen del orden universal. Su funcionamiento y finalidad son desconocidos, no porque no se sepan, sino porque no se comprenden. Centenares de generaciones de brujos dieron sus vidas en el empeño por dilucidarla y por desarrollar propuestas prácticas para cada una de sus unidades conceptuales.

“Al principio, ningún hombre se propuso tener un vislumbre de esa estructura, porque nadie sabía que estaba ahí. A medida que los videntes del México antiguo trabaron contacto con otras entidades conscientes de esta tierra, mucho más viejas y experimentadas que ellos, fueron adquiriendo porciones de la regla. Un día vieron que todas esas porciones encajaban entre sí como un rompecabezas. Ese día descubrieron lo que llaman ‘el mapa' y comenzó el linaje de los antiguos videntes.

“A través de su ver, ellos verificaron cada porción relativa a los ensoñadores. Probaron todas las combinaciones, determinando sus efectos sobre la conciencia. Organizaron los ejercicios del ensueño en siete niveles de profundidad y penetraron hasta los vericuetos más íntimos del universo. Poco a poco, desarrollaron el diseño de la partida, una estructura en forma de pirámide extremadamente estable y capaz de expresar con transparencia los designios del poder.

“Pero hubo algo que los antiguos no verificaron: la regla para los acechadores. Conocieron el acecho como una posibilidad latente que en la práctica no valía la pena explorar.”

“¿Por qué?”

“Porque, en una época en que ser brujo era estar en la cúspide de la escala social, el acecho como arte no tenía objeto. Hubiera sido una mala inversión. Pero, cuando cambió la modalidad de la época, ese razonamiento llevó a los antiguos casi al borde de la extinción.

“No fue sino hasta la aparición de los toltecas cuando la otra gran porción de la regla reveló su extraordinario contenido. Sólo sobrevivieron los linajes que fueron capaces de aplicarla; el resto se disolvió, se perdió en el torbellino que significó la caída del régimen de los antiguos videntes. La incorporación del acecho determinó el nacimiento de los nuevos videntes. Con ellos, la regla del nagual quedó completamente dilucidada.”

“¿Cuándo ocurrió eso?”

“El período de los nuevos videntes comenzó hace unos cinco mil años y alcanzó su apogeo en los tiempos de Tula. A través del acecho, el aporte fundamental de aquellos guerreros a la brujería fue la noción de la ‘impecabilidad'.”

UN ORGANISMO IMPERSONAL

“El objetivo de la regla del nagual es generar partidas, es decir, organismos auto-conscientes capaces de volar por esa inmensidad de ahí afuera. Tales organismos se componen por la suma de un grupo de guerreros que han armonizado sus intentos individuales. La finalidad de ese diseño es perpetuar una dimensión no humana de la conciencia."

"¿No humana?"

"Así es. Una dimensión en la que la personalidad ya no es la meta.

“Los seres humanos somos incapaces de entrar y permanecer largo tiempo dentro de la conciencia cósmica, el estado al que don Juan llamaba ‘la tercera atención'. O salimos de allí y olvidamos, o nos quedamos y nos fundimos con ese insondable mar. Pero el poder que nos rige ha encontrado el modo de soslayar tal limitación, creando organismos en los cuales las entidades individuales funcionamos al modo de miembros.

“En el seno de esos organismos se genera un tipo radicalmente nuevo de atención, un intento orientado a explorar lo desconocido y a investigar en equipo lo que no se puede conocer. Los sentimientos de individualidad ya no son el centro de su darse cuenta, pues quedan sustituidos por algo mucho más intenso: la vivencia dentro del todo, un estado energético que ningún hombre común puede siquiera concebir. Ahí no hay rutinas, no hay ego, no hay ignorancia, no hay interpretación. Ese tipo de organismo es sólo una etapa en el camino infinito de la conciencia, pero, para nosotros como seres humanos, esa etapa es final.”

Le pregunté cómo opera la conciencia de una partida.

Me puso una analogía tomada del cuerpo físico.“Aunque de un modo nebuloso, cada una de nuestras células está conciente de su unidad y, dentro de ciertos límites, puede actuar con independencia. Sin embargo, su intento individual está subordinado a un propósito superior, que es formar el conjunto al que llamamos "yo".

“Cuando el increíble logro de darse cuenta del propósito global llega a sernos patente, entonces atisbamos una línea evolutiva superior. Percibimos la posibilidad de integrarnos con nuestros recíprocos energéticos en una forma de vida cuyos propósitos distan tanto de las preocupaciones del mundo cotidiano, como la conciencia que tiene una célula de nuestra totalidad. Los nuevos videntes llaman a esa formación ‘la partida del nagual'.”

“¿Qué son los recíprocos energéticos?”

“Seres humanos que poseen características luminosas que se complementan.

“La energía es recurrente, genera patrones que todos compartimos. En términos generales, puede decirse que hay cuatro matrices luminosas básicas con doce variantes, sintetizadas por el hombre y la mujer nagual. En la medida en que un tonal se acerca al ideal luminoso de su clase, manifiesta un grado de conciencia superior.

“Cuando los modelos ideales se encuentran, tienden a combinarse. Los sentimientos de atracción entre los seres humanos pueden explicarse como resultado de la fusión de sus moldes energéticos. Lo normal es que tal fusión sea parcial, pero a veces ocurre una repentina e inexplicable oleada de simpatía; un vidente diría que ha tenido lugar un acto de reciprocidad energética.

"Los guerreros de una partida se combinan de modo tal, que su relación produce óptimos resultados en el sentido de ganar y acumular poder.

“Es difícil dar con cuerpos luminosos característicos que estén disponibles para la tarea del nagual; lo ordinario es encontrar tonales deformados por la vida mundana. Pero, cuando un nagual consigue integrar a su partida, la energía de sus guerreros se fusiona. Ellos sacrifican su individualidad por una meta superior, y el retornar a su anterior aislamiento ya no es posible, sólo les produciría la muerte. Puede decirse que una partida no está formada por individualidades, sino que es un solo organismo vivo, de alcances que ya no son humanos.”


LA FORMACIÓN DE UNA PARTIDA

“¿Qué conciencia tiene cada miembro del objetivo de la partida?”

“Plena conciencia. Cada uno de ellos conoce las historias de poder pertinentes a su especialidad y sabe que su función es parte de un propósito que le trasciende.

“La relación entre la regla y la partida es a través de tareas. Por ejemplo, cuando las guerreras de un grupo reciben el comando de rastrear energía en el espacio hasta dar con posibles candidatos para una nueva generación de brujos, se concentran en esa tarea como su avenida a la libertad. No les interesa otra cosa. Cuando se resquebraja la disciplina de ese intento, el resultado puede ser caótico.”

Me puso un ejemplo del efecto de un interés personal deslizado dentro de la tarea del brujo.

"Poco después de comenzar mi aprendizaje, y aunque nadie me pidió que lo hiciera, yo me brindé para ayudar a don Juan a constituir la nueva partida.

Cada vez que una chica hermosa me prestaba atención, veía en ella a mi recíproco energético y trataba de 'vendérsela' a don Juan elogiando sus cualidades.

“Al principio, los guerreros lo tomaron a broma. Pero, poco a poco se fueron encabronando, y un día en que llevaba a mi nueva 'mujer nagual' para presentársela, ya no los encontré, todos se habían cambiado de casa. Sentirme sólo me ayudó a recuperar la sobriedad.

“La partida es un ser autoconciente que nos supera ampliamente. Participar en su intento es algo tan excepcional, que en cuanto un aprendiz vislumbra su totalidad, su posición de ego simplemente se derrite. Eso no implica que automáticamente se vuelva impecable; aun debe esforzarse durante años para templar su carácter y extirpar su importancia personal así como la obsesión por el poder.

“Sólo el hombre y la mujer nagual tienen una visión total del funcionamiento de la partida. Siguiendo la analogía, te diría que ellos son sus células nerviosas, las unidades que comandan el proceso de perpetuación. Los demás integrantes sirven de apoyo y llevan a cabo las tareas concretas de reduplicación del grupo.

“El trabajo del nagual es agotador. Él tiene que dominar las artes del acecho y del ensueño a la perfección, tiene que aprender a ver y desarrollar al máximo su capacidad de manipulación, y tiene que poner un ejemplo de sobriedad a fin de mantener la cohesión del grupo. Si se deja llevar por sus emociones, el resultado es la desintegración.”

Le pregunté por qué.

“Porque la partida es un organismo de masa crítica. Si cualquiera de sus componentes se desvía del objetivo, la disfunción resultante provoca un colapso y hay que recomenzarlo todo. Es por eso que el nagual está obligado a exigir de sus guerreros que den el máximo de sí y a disponer las tareas de manera que todos participen con optimismo y confianza. El aceite de la partida es la impecabilidad de sus miembros, y su combustible, el anhelo de la libertad total.”

EL ORDEN DE LA PARTIDA

“¿Cuántos guerreros integran un grupo?”

“El orden normal de una partida es cuatripartita, ya que la regla tiene forma de pirámide. La formación y el crecimiento se realizan de acuerdo con esa estructura básica. Como en las pirámides, la arquitectura del grupo se compone de una base con cuatro puntas, integradas cada una de ellas por tres guerreros: una ensoñadora, una acechadora y un ayudante masculino. Las puntas se conectan entre sí a través de mensajeros y por encima de todos está la pareja de naguales.

“La regla se manifiesta a un hombre o una mujer doble mediante una visión y ellos tienen que aceptarla para ser considerados naguales. A partir de esa aceptación, los naguales van juntando poco a poco a sus guerreros, siguiendo siempre las señales del espíritu. Su capacidad de conducir es natural e indisputable, porque ellos, al ser dobles, reflejan a cada uno de los tipos de su partida.

“Se puede definir a los naguales como un hombre y una mujer de extraordinaria energía involucrados en un acto de fecundación de un alcance infinitamente más elevado que todo cuanto conoce el ser humano. Mientras permanecen juntos, ellos suelen presentarse frente a la sociedad como marido y mujer.

“La facultad del hombre nagual es usar las palabras más adecuadas para decir las cosas con precisión, claridad intelectual, fluidez y belleza. Entre los videntes del linaje al que pertenecía el grupo de don Juan, el augurio para ocupar este puesto era estar muriendo. Todos sus líderes, exceptuándome a mí, fueron encontrados en tales condiciones.”

“¿Por qué tu caso fue diferente?”

“Porque, hablando con propiedad, yo soy un nagual excedente. No vine a continuar el linaje, sino a sellarlo”.

“¿Y cuál es la regla para la mujer nagual?”

“La naguala es la luz que orienta todo el esfuerzo, la verdadera madre. Lo normal es que ella parta antes que el grupo y se mantenga fluctuando entre la primera y la segunda atención, visitando a los aprendices en el ensueño.

Funciona como un faro y, en caso de necesidad, puede retornar de la segunda atención para sembrar una nueva generación de videntes.

“Por su parte, las guerreras son de dos bandos, acechadoras y ensoñadoras. Tienen dos tipos de funciones: servir como portales y como guardianes. Los portales pertenecen al rumbo del Sur, son el colador o filtro por donde pasan los aprendices. Determinan si un guerrero se queda o se va y tienen la mayor ingerencia en la forma de disponer a los miembros del equipo. Además, ellas son las convocadoras en las reuniones de poder.

“Los guardianes son una especie de versión externa de los portales; hay uno blanco y uno negro. Se les ha encargado vigilar por el buen funcionamiento del grupo, lo cual significa que están alertas ante posibles ataques desde el exterior y también están prestos a resolver los problemas internos. Entre los nuevos videntes, todas estas funciones están a cargo de las mujeres.”

"¿Por qué es así?"

"Porque las mujeres tienen mayor movilidad y más energía que los hombres.

Casi todo el universo es de naturaleza femenina, y los equipos de brujas viajan por allí como si estuviesen en su propia casa. Esa capacidad de circular sin interferencias por la energía oscura las convierte en la batería del grupo.

“En cambio, nosotros los hombres somos detectados enseguida, porque nuestra energía es clara y se delata. Además, como no fuimos hechos para parir, no tenemos un órgano especializado para el ensueño. Exceptuando al nagual, los elementos masculinos no tienen mucho brillo dentro de una partida.

“Aun así, la regla establece que haya cuatro guerreros dedicados a organizar, explorar y comprender, para lo cual ellos fijan sus puntos de encaje en sitios muy específicos de la energía. Su presencia sirve para estabilizar al grupo, neutralizando las frecuentes explosiones de poder que protagonizan las guerreras. Si no fuera por ellos, la estructura se volatilizaría en cuanto las mujeres lograsen cierto grado de eficiencia. Así que los hombres funcionan como anclas; fijan al grupo hasta que se consigue un máximo de poder.

“Debido a su forma, don Juan llamaba a la partida ‘la organización de la serpiente'. Es un concepto que él heredó de los viejos videntes, por las manchas cuadradas que tiene la serpiente de cascabel sobre su piel.

Afirmaba que la cabeza del animal, con sus ojos fijos e hipnóticos, representa a la pareja nagual. El pecho corresponde a las guerreras ensoñadoras, cuya función es inhalar las visiones y distribuirlas por todo el grupo. El vientre, a las acechadoras, capaces de digerir cualquier situación concebible. La cola son los ayudantes, quienes están encargados de dar movilidad al conjunto. Es una disposición muy fluida.”

“¿Existen partidas que tengan otras formaciones?”

“En gran medida, los guerreros son el resultado de la manipulación implacable del nagual. Puedes comprender que, después de algunos años de esa constante presión, la forma de un grupo, e incluso el matiz luminoso que va tomando la energía de cada uno de sus componentes, se hacen muy específicos. Es por eso que existen tantos linajes de brujos. Pero todos tienen, básicamente, el tipo de partidas piramidales que te he descrito, ya que la experiencia ha demostrado que ésta es la fórmula más estable.”

EL PROPÓSITO DE LA REGLA

“¿Cuál es la finalidad de una partida?”

“Desde el punto de vista del águila, explorar, verificar y acrecentar la regla. Cada generación de guerreros debe dejar su huella, porque la regla es acumulativa. La herencia del linaje consiste en una serie de posiciones del punto de encaje, a la que las sucesivas partidas van agregando sus propias adquisiciones. Es normal que los linajes lleven un ‘diario' de incidentes donde los naguales apuntan sus descubrimientos.

“El interés básico de todo organismo es reproducirse. Por lo tanto, una forma de definirlo, sería decir que la regla es el esquema de un proceso reproductivo. Lo que busca es la perpetuación de la conciencia, algo que, a partir de cierto punto, no puede hacerse por cauces individuales. Los recursos que personalmente adquiere cada guerrero durante su entrenamiento, son logros secundarios.

“Desde el punto de vista de los brujos, el objeto de agruparse es forzar el paso a otro nivel de atención, ya que sin masa energética no hay vuelo.”

“¿Quieres decir que los guerreros solitarios no tienen posibilidades?”

“No. Lo que quiero decir es que una partida puede llegar más lejos.

“Imagínate que vives en una colonia de orugas gregarias en estado de metamorfosis. De repente, uno de los capullos hace eclosión y su morador se marcha en un momentáneo estallido de luz y color. La sensación que te queda es que aquella oruga desapareció. En cambio, para ella, su verdadera vida como mariposa habrá comenzado. Ahora bien, una oruga solitaria es más probable que termine en el estómago de un pájaro.

“Del mismo modo, el objetivo ulterior de los guerreros es el salto definitivo a la tercera atención, la liberación de toda forma de interpretación. La cantidad de energía que hace falta para esto sólo se puede lograr mediante un consenso especial de masa crítica, a fin de generar los acuerdos necesarios para compactar la energía.

“Sin embargo, como muchas partidas no consiguen llegar a su plenitud energética, los naguales han construido un oasis habitable dentro de la segunda atención, un enorme edificio de intento en algún punto alejado del ensueño, a donde van los videntes en solitario o en pequeños grupos. Yo le llamo ‘la cúpula del intento', porque tiene esa forma a la vista, pero don Juan prefería llamarle ‘el cementerio de los naguales'.”

“¿Por qué le llamaba así?”

“Porque quedarse a vivir en ese espacio implica la muerte literal del brujo. En un sentido nada alegórico, se trata de un cementerio. Aunque quienes eligen ese destino hayan logrado la expansión de la conciencia por un enorme periodo de tiempo, tendrán que prescindir de ella cuando llegue el momento.

“Así que, para muchos brujos, el objetivo inmediato de la partida suele ser la cúpula de los naguales, en la esperanza de poder usarla como un puerto de paso donde se acumulan provisiones para una gran expedición. Para llegar hasta allí no es necesario que todo el grupo parta de una vez. En ocasiones los guerreros eligen marchar de uno en uno. En ese caso, pueden retornar parcialmente, en tanto no se complete la totalidad de la estructura energética del grupo.

“Como comprenderás, los desafíos en que los guerreros se involucran durante su existencia humana son apenas el preludio; lo tremendo viene después. No me preguntes a qué se dedican mientras permanecen en aquel mundo, a ti te sonaría como un cuento de hadas. Lo importante es que todas sus actividades están regidas por la regla.”

Le comenté que, teniendo en cuenta el objeto de la partida, la regla podía interpretarse como el equivalente prehispánico de lo que otras culturas llamaron “leyes divinas”, es decir, un conjunto de normativas diseñadas para la salvación del hombre.

Me respondió:

“No es igual, porque no parte de un ser supremo. El mecanismo de la regla es impersonal, carece de bondad o compasión. No tiene más objetivo que su propia continuidad.

“Dejándose seducir por las analogías, los antiguos videntes cometieron el error de identificar a la regla con sus interpretaciones particulares, y terminaron adorándola y erigiendo templos en su honor. Los nuevos repudiaron todo eso. Al explorar el acecho, desempolvaron la esencia de la brujería y redescubrieron la meta de la libertad total, que no se parece en nada a las metas religiosas. Eso borró en ellos la fascinación por el molde humano, pero tuvo un efecto secundario que ya te he explicado: el desenfrenado entusiasmo de los antiguos fue sustituido por actitudes furtivas y de desconfianza.

“El efecto del acecho sobre las partidas terminó traicionando los móviles iniciales. Con el tiempo, el objetivo de la libertad total llegó a plantearse sólo en forma retórica. Casi todos los brujos del linaje de don Juan prefirieron el vuelo a la segunda atención. Exceptuando al nagual Julián Osorio, ninguno de ellos quiso privarse de la aventura y el éxtasis de visitar la cúpula de los naguales, construida de intento allá, en una de las estrellas de la constelación de Orión.”

LOS NAGUALES DE TRES PUNTAS

“La regla es final, pero su diseño y conformación están en constante evolución. Sólo que, a diferencia de lo que opinan los evolucionistas, quienes ven en las adaptaciones de la vida la acumulación de mutaciones genéticas al azar, los videntes saben que no hay casualidad en la regla. Ellos ven cómo un comando del águila, en forma de una onda de energía, sacude de cuando en cuando a los linajes de poder, produciendo nuevas etapas en la brujería.

“Un modo más exacto de referirlo, es suponiendo que todas las variantes posibles de la regla están contenidas en una matriz previa, y lo que va cambiando con el tiempo es el grado de conocimiento que tienen los brujos de esa totalidad y el énfasis que hacen sobre ciertas porciones. Tales períodos de cambio son cíclicos y están representados por el número tres.”

“¿Por qué tres?”

“Porque los antiguos toltecas asociaban al tres con el dinamismo y la renovación. Ellos descubrieron que las formaciones ternarias anuncian cambios inesperados.

“La regla ha dispuesto que, de cuando en cuando, aparezca en los linajes un tipo especial de naguales cuya energía no es cuatripartita, sino que tiene únicamente tres compartimientos. Los videntes les llaman ‘naguales de tres puntas'.”

Le pregunté en qué se diferenciaban estos de los otros.

Me respondió:

“Su energía es volátil, siempre están en movimiento, por eso les cuesta trabajo acumular poder. Desde el punto de vista del linaje, su composición es defectuosa, no llegan a ser verdaderos naguales. En compensación, carecen de la timidez y la reserva que caracterizan a los naguales clásicos, y poseen una capacidad inusitada para improvisar y comunicarse.

“Se puede decir que los naguales de tres puntas son como el pájaro cuco, que es incubado en el nido ajeno. Son oportunistas, pero necesarios. A diferencia de los naguales de cuatro puntas, cuya libertad es pasar inadvertidos, los de tres puntas son personalidades públicas. Divulgan los secretos y propician la fragmentación de las enseñanzas, pero sin ellos los linajes de poder se habrían extinguido hace mucho tiempo.

"Entre los nuevos videntes, la regla es que un nagual deje como descendencia una nueva partida. Algunos, por sus enormes excedentes energéticos, son capaces de ayudar a organizar una segunda o tercera generación de videntes. Por ejemplo, el nagual Elías Ulloa vivió lo suficiente como para crear la partida de su sucesor e influir sobre la siguiente. Pero ello no significó que el linaje se bifurcase; todos esos grupos formaron parte de la misma línea de transmisión.

"En cambio, el nagual de tres puntas está facultado para transmitir sus conocimientos en forma radial, lo cual conlleva a la diversificación de los linajes. Su huevo luminoso ejerce un efecto de disgregación sobre el grupo que rompe la estructura lineal de transmisión y fomenta en los guerreros un deseo de cambio y acción, y una disposición activa a involucrarse con sus semejantes.”

“¿Eso fue lo que pasó contigo?”

“Así es. Debido a mi disposición luminosa, yo no tengo reparos en dejar focos de conocimiento donde quiera que vaya. Sé que necesito de una enorme cantidad de energía para cumplir con mi tarea, y que sólo puedo obtenerla de la masividad. Por eso estoy dispuesto a difundir el conocimiento y a transformar y redefinir los paradigmas.”

LA PORCIÓN DE LA REGLA DEL NAGUAL DE TRES PUNTAS

“Como sabes, mi maestro entró en contacto con la regla para el nagual de tres puntas cuando trató de analizar ciertas anomalías dentro del nuevo grupo. Aparentemente, yo no sintonizaba con el resto de los aprendices. Entonces él me dedicó suficiente atención como para ver que yo enmascaraba mi configuración energética."

“¿Quieres decir que el ver de don Juan estaba equivocado?”

“¡Por supuesto que no! Lo que se confundió fue su mirar. Ver es la forma final de la percepción; allí no hay apariencias, así que no es posible engañarse. Sin embargo, debido a la presión que él ejerció sobre mí durante años, mi energía luchó por amoldarse a la suya. Eso es común entre los aprendices. Como él estaba dividido en cuatro compartimientos, yo también comencé a manifestar en mis acciones una carga energética similar.

“Cuando logré despegarme lo suficiente de su influencia (cosa que me tomó casi diez años de trabajo arduo), ambos descubrimos algo asombroso: mi luminosidad sólo tenía tres compartimientos; no correspondía a una persona común y corriente, que sólo tiene dos, pero tampoco a la de un nagual. Este descubrimiento creó una gran conmoción en el grupo de videntes, ya que todos presagiaron un cambio profundo para el linaje.

“Entonces don Juan recurrió a la tradición de sus antecesores y desempolvó un aspecto olvidado de la regla. Me dijo que la elección de un nagual de ningún modo puede considerarse como un capricho personal, ya que en todas las épocas es el espíritu el que escoge al sucesor de un linaje. Por lo tanto, mi anomalía energética era parte de un comando. Ante mis apremiantes preguntas, me aseguró que, a su debido tiempo, un mensajero me explicaría la función de mi presencia como nagual de tres puntas.

“Años más tarde, en una ocasión en que visitaba una de las salas del Museo Nacional de Antropología e Historia, observé a un indígena vestido a la usanza tarahumara que parecía tener el mayor interés por una de las piezas que allí se exhibían. Dándole vueltas, la examinaba por todos lados y demostraba una concentración tan absoluta, que mi curiosidad se despertó y me acerqué a mirar.

“Al divisarme, el hombre me dirigió la palabra y comenzó a explicarme el significado de un conjunto de dibujos esmeradamente esculpidos sobre la piedra. Después, mientras meditaba sobre lo que me había dicho, recordé la promesa de don Juan y me di cuenta de que aquel hombre había sido enviado por el espíritu para transmitirme la porción de la regla del nagual de tres puntas.”

“¿Y qué es lo que dice esa porción?”

“Afirma que, así como la partida tiene una matriz energética de número diecisiete (dos naguales, cuatro ensoñadoras, cuatro acechadoras, cuatro guerreros y tres correos), el linaje formado por una sucesión de partidas también tiene una estructura de poder, de número cincuenta y dos. El águila ordenó que cada cincuenta y dos generaciones de naguales de cuatro puntas aparezca un nagual de tres puntas que sirva de acción catártica para la propagación de nuevos linajes cuatripartita.

“También dice la regla que los naguales de tres puntas son destructores del orden establecido, pues su naturaleza no es creadora ni proveedora, y tienen la tendencia de esclavizar a todos los que les rodean. Añade que, de lograr la libertad, estos naguales deben de hacerlo solos, porque su energía no está entonada para guiar a grupos de guerreros.

“Como todo en el ámbito de la energía, el bloque de cincuenta y dos generaciones se divide en dos partes; las primeras veintiséis son de expansión y creación de nuevas líneas, las restantes están orientadas hacia la conservación y el aislamiento. Ese patrón de comportamiento se ha venido repitiendo milenio tras milenio, así que los brujos saben que es parte de la regla.

“Como resultado de las actividades de un nagual de tres puntas, el conocimiento se masifica y se forman nuevas células de naguales de cuatro puntas. A partir de ahí, los linajes retoman la tradición de transmitir la enseñanza en forma lineal.”

“¿Cada cuánto tiempo aparecen los naguales de tres puntas?”

“Aproximadamente una vez por milenio. Esa es la edad del linaje al que yo pertenezco.”

LA TAREA DE LOS VIDENTES ACTUALES

“Al verificar la regla del nagual de tres puntas, don Juan dedujo que inevitablemente se acercaba el tiempo de una nueva casta de guerreros, a los que yo he llamado los videntes modernos."

“¿Hay alguna peculiaridad en la composición luminosa de esos guerreros?”

“No. En todas las épocas el patrón energético del hombre ha sido muy homogéneo, así que la organización de la partida es la misma. Sin embargo, los guerreros actuales están experimentando en su luminosidad un corrimiento hacia el verde, lo cual significa que están recuperando características propias de los antiguos videntes. Esto es algo imprevisto, aunque de seguro está contemplado en la regla.

“La verdadera diferencia entre los videntes del pasado y los de ahora es de comportamiento. Actualmente no estamos sometidos a las mismas represiones de épocas anteriores y, por lo tanto, los brujos tienen menos restricciones. Esto claramente tiene una finalidad: la divulgación de la enseñanza.

“A mí me ha tocado vivir en un momento de renovación. Mi cometido es cerrar con llave de oro la línea del nagual Juan Matus y abrir posibilidades a quienes vengan después. Por eso he dicho que soy el último nagual de mi linaje, no en un sentido absoluto, sino en un sentido de cambio radical.”

En este punto, Carlos hizo un corte en su exposición y me recordó una plática que habíamos sostenido al principio de conocernos.

En aquel entonces yo le pedí que me contara historias de poder. Él me respondió que no podía negarse a mi solicitud, pero que entregarme esas historias sin antes encaminarme, habría sido trivializarlas.

“Espero que lo que has visto durante estos años colme tus expectativas. Hice lo que pude, teniendo en cuenta tus limitaciones y las mías. Sé que ya has comenzado a educar a tu doble de ensueños y eso garantiza que puedes seguir por ti mismo; tu doble no te dejará en paz hasta que llegues a tu totalidad. La parte teórica ha terminado y es tiempo de hacerte un último regalo."

El tono entre familiar y solemne con que Carlos me dijo estas palabras hizo que concentrase toda mi atención.

“La enseñanza final dice que la relación que contrae con el intento toda persona que se acerca al nagual ocupa su lugar, cualquiera que este sea, dentro del contexto total de la regla. Así que no estás solo, los brujos esperan algo de ti.”

“¿Qué cosa?” – le pregunté, un poco desconcertado.

Me explicó:

“Todo guerrero tiene una tarea. La tuya es que cumplas con lo que te encargó el espíritu; ése es tu camino al poder.”

“¿Y cuál es esa tarea?”

“Bueno, tu misión personal es algo que tu benefactor te comunicará algún día. Sin embargo, al entregarte la regla del nagual de tres puntas, yo estoy siguiendo una estrategia a largo plazo elaborada por don Juan y eso te compromete con el intento de mi maestro.

“Lo que se espera de ti es que digas a quienes te rodean: ‘¡Ustedes son libres, pueden volar por cuenta propia! Ya tienen la información necesaria, ¿qué más esperan? Actúen impecablemente y verán cómo la energía encuentra un modo de encauzarse'.

“Avisa a todos que, a partir de la culminación del linaje de don Juan, el conocimiento ha quedado abierto. Cada guerrero es responsable por sí mismo y puede proveerse de la oportunidad mínima, que es organizar su propia partida.”

viernes, septiembre 09, 2005

Presentación en el grupo msn ZensinMaestro el Jueves 8 de Septiembre del 2005


"Quien escribe estas líneas es un niño de justo medio siglo. No metafórica sino prácticamente literal es esta afirmación desde mi perspectiva zenista, pues reconozco algo nacido de especial naturaleza que no deja de ser auténtico y auto referente y es el fruto del zen practicado por treinta años, y no miento.
El Manual de Budismo Zen del Maestro D.T. Suzuki y El Zen visto por Occidente de Christmas Humphreys fueron mis primeros libros cuando tenía diecisiete años. Nadie de los míos, ni los más cercanos o los más lejanos de mi entorno habían escuchado del zen ni quisieron escuchar posteriormente por lo críptico de su propósito.
Lo más probable que haya sido la soberbia de pendejo adolescente que encuentra en el mercado de identidades una investidura misteriosa y exótica el primer impulso para comprarlos.
De lo que rescato como beneficio inmediato en esos tiempos por la práctica del zazen, fue una acendrada conciencia corporal que me fue particularmente útil en mi estilo de karate shotokan.
Mi maestro de artes marciales fue quien me obsequió El Shodoka de Deshimaru; mi libro de cabecera aún.
Con esta primera trinidad estaqué mi zazen y conseguí interesantes estados de conciencia, muy ensoñados y extásicos, cada uno arrogándose cualidades de satori; pero eso eternamente indefinible y tan propio; de alguna manera, sutil o brusca indistintamente, te dice No es Eso.
Al final caí en cuenta que la naturaleza del satori, para partir, no debe ser buscada sino encontrada; y que lo distingue el un no antes ni después , sino un siempre como revelación de su “forma temporal”.
Después de ese descubrimiento, las montañas volvieron a ser montañas…y cero rollo.
Felicito la ocurrencia del nombre de este grupo; de hecho refleja mi estilo decantado por la soledad y el tiempo, dos buenos amigos en zazen. Y llamo estilo en realidad, el que es mi ejercicio de creación; a saber, definir siete grados de conciencia y la participación en esos estadios derivados de éstos.
Obviamente el zen como herramienta para ampliar la conciencia es indiscutible, pero es solo obvio en realidad para quien conoce el sabor del fruto del zen. Es bueno saber que hay alguien "ahí afuera" que busca/encuentra tan preciado fruto."
Kuatz.